Manifestantes interrumpen una cena del presidente Trump

Publicado: 10 sep 2025, 14:11 GMT-4|Actualizado: hace 4 horas
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WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump cenó el martes por la noche en un restaurante de mariscos cerca de la Casa Blanca, promoviendo su despliegue de la Guardia Nacional y la federalización de la fuerza policial en un esfuerzo por combatir el crimen en la capital de la nación.

Su caravana recorrió la corta distancia hasta Joe’s Seafood, Prime Steak & Stone Crab en la calle 15 del cuadrante noroeste de la ciudad, semanas después de que el presidente hiciera alarde de la movilización de fuerzas federales y el ejército que, según él, han convertido a Washington en “una zona segura”.

Se escucharon vítores cuando el presidente salió de su limusina, aunque también hubo algunos abucheos y cánticos de manifestantes que se oponen a la política de Estados Unidos en apoyo a Israel en su guerra con Hamás en Gaza.

“Estamos parados justo en medio de D.C., que, como saben, durante el último año, fue un lugar muy inseguro — durante los últimos 20 años — y ahora prácticamente no tiene crimen”, dijo Trump a los reporteros.

Agregó que no se habría parado “en medio de la calle” hace apenas un par de meses. Sin embargo, el comentario fue absurdo y no reflejaba realmente si los niveles de criminalidad habían cambiado en Washington, ya que el presidente siempre está rodeado de un fuerte equipo de seguridad dondequiera que va.

Después de entrar al restaurante, un video publicado en las redes sociales mostró al mandatario saludando a algunos comensales en el interior. Pero también miró durante un período prolongado a un pequeño grupo de manifestantes que levantaban banderas en miniatura de Gaza y coreaban: “¡D.C. libre! ¡Palestina libre! ¡Trump es el Hitler de nuestro tiempo!”

El presidente se acercó a ellos y se le pudo ver gesticulando brevemente, pero no parecía hablar.

Algunos restaurantes han reportado caídas en las reservaciones desde que Trump anunció por primera vez la intervención federal el 7 de agosto, al tiempo que se han realizado frecuentes protestas callejeras en contra de sus acciones. El aumento de la presencia militar y policial también ha provocado enfrentamientos ocasionales entre residentes y autoridades en vecindarios normalmente tranquilos.

No obstante, Trump ha dicho repetidamente que ha hablado con amigos que le dicen que los restaurantes locales están llenos y que la gente ha notado una disminución en el crimen. Afirma que también ha escuchado que la gente aprecia a los equipos que trabajan para eliminar los campamentos de personas sin hogar como parte de las medidas de aplicación de la ley.

En la cena, el mandatario estuvo acompañado del vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth, así como Susie Wiles, la jefa de despacho de la Casa Blanca. En sus comentarios antes de cenar, Trump dijo: “Los restaurantes están en auge”.

“La gente está saliendo a cenar donde no salía desde hace años”, dijo.

Cuando Trump regresó a la Casa Blanca, después de las 10 de la noche, la secretaria de prensa Karoline Leavitt, quien también acompañó a Trump, dijo que el presidente había comido cangrejo, camarones, ensalada, bistec y postre.

La excursión fue notable, ya que Trump pocas veces cena fuera de la Casa Blanca cuando está en Washington. Y tales salidas se han vuelto aún menos comunes desde que vendió el hotel que lleva su nombre a unas pocas cuadras de distancia, que fue un punto de encuentro clave para funcionarios del gobierno y simpatizantes durante su primer mandato.

La Casa Blanca informó el martes que se han realizado casi 2.200 arrestos desde que el presidente anunció por primera vez las medidas de aplicación de la ley en Washington el 7 de agosto.

Además de Washington, Trump desplegó a la Guardia Nacional en Los Ángeles en junio y ha amenazado con enviar tropas a otras ciudades, en su mayoría demócratas, como Baltimore, Nueva Orleans y Chicago, donde las autoridades estatales y locales ya se preparan para operaciones que impulsarán drásticamente la aplicación de la ley de inmigración.

El mandatario dijo el martes por la noche: “Anunciaremos otra ciudad a la que iremos muy pronto”, y luego afirmó que podría ser el miércoles. Agregó que al alcalde de esa ciudad y al gobernador del estado en el que se encuentra “les encantaría que estuviéramos allí”.

Esto se produce después de que Trump publicara durante el fin de semana una imagen paródica de la película “Apocalypse Now” con una bola de fuego mientras varios helicópteros sobrevuelan la costa y el horizonte de Chicago, la tercera ciudad más grande del país.

“‘Me encanta el olor de las deportaciones por la mañana’”, escribió Trump en su red social. “Chicago está a punto de descubrir por qué se llama Departamento de GUERRA”.

En la publicación, el mandatario no ofreció detalles más allá de la etiqueta “Chipocalypse Now”, un juego de palabras con el título de la película de 1979 de Francis Ford Coppola sobre la Guerra de Vietnam, en la que un personaje dice: “Me encanta el olor del napalm por la mañana”.

La semana pasada, Trump firmó una orden ejecutiva que busca renombrar el Departamento de Defensa como Departamento de Guerra, aun después de varios meses de campaña para ser considerado para recibir el Premio Nobel de la Paz. El cambio de nombre requiere la aprobación del Congreso.

En su propia publicación en respuesta, el gobernador demócrata de Illinois, JB Pritzker, calificó a Trump como un “aspirante a dictador”. Se ha sumado a distintos funcionarios estatales y de la ciudad, y a muchos residentes de Chicago, para denunciar la idea de una intervención federal, calificándola como innecesaria.